En el Gran Desgarramiento o teoría de la expansión eterna, el fin del universo de la energía oscura (una fuerza que controla el cosmos y tiende a acelerar la expansión del universo). Mientras mayor es la cantidad de energía oscura en el universo, más acelerado es el proceso de expansión del mismo. Así, las galaxias se separarían entre sí, a 1000 millones de años del final. Luego la gravedad sería demasiado débil para mantener integrada cada galaxia, y 60 millones de años antes del fin, solo habría estrellas aisladas. Aproximadamente tres meses antes del fin, los sistemas planetarios perderían su cohesión gravitatoria. En los últimos minutos, se desbaratarían estrellas y planetas. El universo quedaría reducido a átomos que serían destruidos en una fracción de segundo. Al final solo quedaría radiación.