En el fin del mundo según el judaísmo, hay una palabra clave: Mesías. Esta figura acabaría con los enemigos de Israel y establecerá un reino de paz. La era mesiánica es vista como una total renovación, o restauración, de la vida terrestre tal y como Dios quiso que fuera al principio de la Creación. La luz de Dios irrumpirá desde una fuente trascendente, destruirá la historia y la transformará por completo (“Restauración universal”). Las tradiciones describen la atmósfera que precederá la llegada del Mesías como un tiempo de guerras mundiales, revoluciones, epidemias, hambre y catástrofe económica, apostasía y olvido de Dios, subversión de toda moral hasta el punto de ir en contra de las leyes naturales, etc. El Mesías vendría solo “en una generación completamente inocente o completamente culpable”.